31 jul 2011

El Eclipse

En la vida hay dos maneras de enamorarse. Amor a primera vista o amor con el paso del tiempo. Sin duda alguna, particularmente funciono por amor a primera vista, a partir de ahora, y como yo lo llamo, eclipse.
El eclipse es aquello que ocurre cuando ves a un chico de repente o quedas por primera vez con ese chico de internet con el que llevas tiempo hablando y el mundo se para cuando os conocéis. Suena idílico, lo sé, pero ocurre. En cuanto le ves todo se detiene, se crea un breve silencio, no hay nadie más alrededor, sólo estáis él y tú. Te sonríe y sientes como si algo te hubiese explotado en la cara, como si la onda expansiva de su mirada, de su sonrisa fuese capaz de echarte hacia atrás, de dejarte paralizado, de tirarte al suelo, y tu corazón se dispara.
Los que se hayan enamorado alguna vez me comprenderán, los que aún no lo hayan experimentado pero lo desean, lo anhelarán, y los que pasan del amor sentirán asco leyendo estas palabras y pasarán al siguiente artículo. Sonará cursi, sonará demasiado romántico…¿pero qué es el amor sino? El amor es eso que no te deja pensar, comer, dormir, aquello que te acelera el corazón, es sufrimiento y es dolor, pero ante todo, es la mejor sensación que alguien puede experimentar en vida.
Llegar a ello no es fácil, y por supuesto el nivel de plenitud no es el mismo cuando te enamoras de ese chico inalcanzable que no te hace caso, que cuando el amor es correspondido, real, verdadero. Un amor correspondido te llena, te extasía, te hace más guapo, más listo, mejor persona, mejor animal social, más amigo de tus amigos.
Algunas personas se enamoran con el tiempo. Conocen a alguien, y piensan “está bien”, o “mira que chico más majo”, y a medida que pasa el tiempo, que comparten tiempo juntos, después de un mes, o dos, o tres se enamoran, se rinden a los encantos de esa persona que les está haciendo feliz. Un amigo incluso me comentó qué, cuando conoció a su novio, incluso le pareció feo, pero que con el paso del tiempo fue descubriendo sus cualidades, y ahora llevan casi una década juntos, y felices.
Con el eclipse no quiero decir que yo me enamore el primer día, sino que cuando ocurre, uno sabe que está delante del amor de su vida, y los sentimientos se aceleran rápido, y antes de que te des cuenta ya estás pensando cuándo lo presentarás a tus padres, qué le regalarás para Navidad, dónde pasaréis juntos las próximas vacaciones. Eso es el eclipse, algo que te causa ceguera, que oculta hasta al sol, que hace que todo alrededor desaparezca, que no tengas ganas de ligar, de conocer a otros chicos, de ilusionarte por nadie más, porque quieres que él te lo de todo.
El problema aparece cuando, en mi caso, conoces a un chico y no te eclipsa. Lo conoces de noche, o te lo presentan, o quedas con él después de largas charlas por internet en las que te vas haciendo tu idea y cuando quedas en persona no sientes ese flechazo. Cuando tus altas expectativas se sienten frustradas porque no resulta ser como esperabas, porque no has sentido ese pinchazo en el corazón, porque te gusta, sí, pero le falta ese algo que no sabes lo que es.
Personalmente, y tras mi único eclipse, que me regaló una relación de tres años, he intentado volver a sentir algo así, pero no lo consigo, pero a pesar de ello no me cierro a nada. La última vez que conocí a un chico estupendo pensé…vale, no me eclipsa, pero ¿y porqué no puedo ser yo de los que se enamora con el tiempo y no a primera vista? Probemos. No funcionó. Dos meses intentando enamorarme y no hubo manera. Era como si yo condujera un tractor y él un Aston Martin, y nunca llegué a alcanzarle en sentimientos, aunque él lo dio todo por mí.
¿Injusto, verdad? Con lo difícil que es encontrar a alguien que te quiera, con quien compartas mil aficiones, forma de pensar, risas y mágicos momentos, y que no consigas llegar a sentir lo mismo que él. Ante esa situación solo hay dos opciones. Seguir, aunque sabes que en cuanto conozcas a alguien que si que te eclipse terminará todo, o cortar por lo sano antes de que sea tarde y hagas daño a esa persona que te está entregando todo su ser y a la que no puedes hacer feliz. ¿Y cortando te sentirás mejor? No, seguirás pensando, ¿pero por qué no me enamoro? Sería todo tan fácil…
De momento el sol sigue saliendo, y la luna también, pero hasta que no vuelvan a tropezarse no volveré a sentirme tan feliz como lo llegué a ser por un eclipse correspondido.

2 comentarios:

  1. Tu definición del flechazo me ha parecido preciosa. Y muy envidiable, ojalá lo hubiera vivido así, aunque quizá yo sea de las que tardan más (o aún no he conocido algún chico que me eclipse).

    Espero que tengas paciencia para esperar al siguiente porque, aunque lo hayas vivido ya y fuera lo más maravilloso del mundo, tiene pinta de ser tan poco frecuente... De ahí lo especial que resulta, claro.

    Te mando mucho ánimo para seguir escribiendo. Gracias por hablar del amor tan clara y abiertamente, como debe ser :). ¡Un beso enorme!

    María.

    ResponderEliminar